Desde el inicio de la revolución industrial ha habido un aumento acentuado de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, debido principalmente al CO2 (dióxido de carbono) proveniente de la quema de combustibles fósiles,pero también debido a la deforestación tropical.
Hay dos maneras de reducir el CO2 de la atmósfera: reducir las emisiones o eliminar y almacenar el CO2 : reduciendo “las fuentes de carbono” y aumentando “los sumideros de carbono”. La madera tiene la capacidad única de hacer ambas cosas.
REDUCIR LAS FUENTES DE CARBONO
No hay ningún otro material de la construcción de uso común que requiera tan poca energía para su producción como la madera. Gracias a la fotosíntesis, los árboles pueden secuestrar el CO2 presente en el aire y combinarlo con el agua que consiguen del suelo para producir la materia orgánica, la madera.
Además, la madera puede ser usada, a menudo, como sustituto de materiales como el acero, el aluminio, el hormigón o los plásticos, los cuales requieren grandes cantidades de energía para su producción.
Por otro lado, la madera se está convirtiendo en una solución todavía más competitiva a las demandas térmicas cada vez más exigentes de las normativas europeas de la construcción, su estructura celular proporciona un aislamiento térmico excelente.
AUMENTO DE LOS SUMIDEROS DE CARBONO
Gracias a la fotosíntesis, los árboles de un bosque pueden atrapar grandes cantidades de CO2 y almacenarlas en forma de madera.
Los bosques gestionados como sumideros de carbono son más eficientes que los bosques que se dejan en un estado natural. Los árboles más jóvenes, con un crecimiento vigoroso, absorben más CO2 que los árboles maduros, los cuales finalmente se mueren y se pudren, devolviendo su almacenamiento de CO2 a la atmósfera, mientras que la mayor parte del CO2 de los árboles cortados en un bosque gestionado sigue almacenada a lo largo de la vida útil del producto de madera resultante.
Por lo tanto, los productos de madera sirven como almacenes de carbono ya que ellos mismos no atrapan el CO2 de la atmósfera, más que como sumideros de carbono. Sin embargo, juegan un papel importante en la mejora de la eficacia de los sumideros forestales, tanto extendiendo el período en el que el CO2 atrapado en los bosques se mantiene fuera de la atmósfera, como apoyando que el crecimiento del bosque sea cada vez mayor.
Cualquier aumento en el volumen global del “almacenamiento en madera” reducirá el CO2 de la atmófera. De esta forma, el aumento del uso de la madera es una manera sencilla de reducir el cambio climático.
